QUE NO NOS CHAMAQUEEN
Por Ezequiel Castañeda nevárez.
Nadie, con un par de centímetros de frente, podría desconocer el hecho de que no hay gobernante que no se meta en los asuntos electorales o de interés para su partido. Por supuesto que se mete, hasta donde sus correligionarios se lo permiten o hasta donde se lo impide la ley; puede hacerlo y hasta debe hacerlo debido al compromiso con su partido. Solo que existen limitantes que la ley señala de manera expresa y otras que entran en los terrenos de la ética y la moral, que deben también respetarse. El punto es que, para apoyar a su partido, el servidor público, no debe hacerlo a costa de los ciudadanos, en contra de la ley ni utilizando recursos públicos o el aparato gubernamental a su disposición. Al menos, no puede hacerlo sin responsabilidad penal.
El audio que los estrategas panistas acaban de difundir para tratar de inculpar a Fidel Herrera en el proceso electoral de hace dos años, no es más que una vacilada para entretener al respetable, porque no tiene ningún peso jurídico y, si me apuran, tampoco político, porque solo puede confundir a quienes ya están confundidos. Si el asunto contiene elementos que indican que existe en ello un delito, que denuncien los hechos ante la autoridad competente, no solo que lo filtren a la prensa, porque de ser solo estrategia mediática, lo que están haciendo es burlarse de los ciudadanos. Si no existe delito alguno en el contenido del audio de marras, o si ya prescribió la acción persecutoria, no es mas que una estrategia que ofende la inteligencia de los electores y de todos los ciudadanos, a la vez que enrarecen el ambiente social del país.
Pero parece que “chamaquear” es el verbo para el Partido Acción Nacional, porque pretenden, desde el gobierno federal, allegarse votos colgándose de la imagen del Presidente de la República. Solo que, al no encontrar elementos para este propósito, porque les han fallado los planes para el desarrollo administrativo, la generación de empleos, el manejo de la salud y el crecimiento de la economía, los estrategas, ante tal fracaso, establecen la disyuntiva en la seguridad pública: si votas por el Presidente Calderón -léase PAN- habrá combate efectivo a la delincuencia. Si no votas por el PAN, entonces crecerá como nunca la inseguridad y tu, ciudadano, tendrás la culpa de ello.
No dicen que ya votamos por Felipe Calderón desde hace ya varios años, justamente para que cumpla con su deber en todos los rubros, incluyendo la seguridad pública. Desde que votamos por este Presidente, del empleo, lo hicimos confiando en que habría más empleos o que al menos se conservarían los que había cuando él llegó. Desde que Felipe Calderón es el titular del Ejecutivo tiene bajo su férula, dominio o mando, a las fuerzas armadas, ejército y armada de México, a las policías, a la Procuraduría General de la República y a todas las instituciones del país, con lo que cualquier ciudadano capacitado podría combatir efectivamente al crimen organizado. Si no lo hace, es porque no quiere, no puede o porque no sabe cómo hacerlo, así volvamos a votar por él mil veces más.
No, que no nos chamaqueen. Todos los recursos los tiene a su mano el Presidente Calderón; y si no han mostrado eficacia las instituciones a su mando es por algo, ajeno a los electores, porque no depende de los diputados la acción a cargo del Presidente ni este requiere de ayuda de otros poderes o de los electores.
Lo cierto es que si, de repente, en medio del proceso electoral, se empiezan a advertir resultados favorables en materia de combate al crimen, es totalmente sospechoso porque no los han tenido en un sexenio y medio. Si el gobierno federal retiene partidas presupuestales a las entidades no panistas para soltarlas durante el proceso electoral, esto no solo es ilegal, es inmoral y criminal. Si el gobierno federal se niega a conceder tarifas eléctricas justas a los veracruzanos y sorpresivamente decide otorgarlas a días de las elecciones, no será más que mera estrategia electoral y ganas de chamaquear a Veracruz. No, que no nos chamaqueen con que nunca se combatió al crimen porque quienes pasamos de los treinta años recordamos que la paz social era el distintivo de la nación mexicana durante décadas y que todo se descompuso con el arribo del panismo al poder. Lo que sucede es que ellos le apuestan también a la falta de memoria colectiva, por eso creen que nos chamaquean. Solo que no han considerado los panistas y el Presidente que los veracruzanos, por más vaciladores que seamos, también tenemos razón y talento, y eso cuenta mucho en la política pero, sobre todo, en las elecciones. Esa es la cuestión.
