Desde que asumió su responsabilidad, los veracruzanos hemos observado cómo el gobernador Fidel Herrera Beltrán ha visto rechazadas por la oposición política en el Congreso del Estado, sistemáticamente, sus propuestas e iniciativas, en especial por la diputación panista, según ha quedado registrado en los periódicos del estado.
Por eso, llama la atención que no obstante esa actitud, el Ejecutivo del Estado ha mantenido su posición de reconocer y respetar la posición como grupo legislativo de los señores integrantes del Poder Legislativo, de todos los partidos políticos, a cuyas determinaciones se ha sometido invariablemente, así como las decisiones del órgano colegiado que representa el Poder Judicial, integrado por respetadas y respetados juristas veracruzanos.
Una de las características del gobernador del estado, por lo que se ha visto, ha sido buscar la unidad dentro de la diversidad que representa el mosaico complejo que es Veracruz, para lo cual ha estado y se mantiene abierto al diálogo y a la concertación con todos los grupos políticos, gracias a lo cual, en un México y en un Veracruz cada vez mas complejo, se mantiene a plenitud la gobernabilidad política, para beneficio de la mayoría
Cuando casi se cumplen mil días de gobierno, no se puede desdeñar, de ninguna manera, la forma en que transita la vida pública del estado, en un clima de paz social, de buena seguridad, de estabilidad laboral y política, que permite el pleno desarrollo en todos los campos y el bienestar de todos los veracruzanos.
Fidel Herrera Beltrán no es de los gobernantes que impone decisiones, porque por su cercanía con la gente sabe muy bien que ningún veracruzano que se respete lo permite y porque tiene la plena convicción de que pretender hacerlo sería ofender la dignidad de un pueblo que si tiene algo es que nunca ha permitido que decidan por él sin su consentimiento ni que nadie ponga en peligro su libertad o su independencia, como lo demuestran los hechos a lo largo de la historia y que son lecciones diarias en las que reafirma y fortalece su espíritu de rebeldía.
Por eso, de ninguna manera se pueden compartir las opiniones de quienes pretenden atribuirle un poder omnímodo, porque si algo ha tenido es que durante su gestión ha gobernado con el pueblo, lo mismo el de la calle que el representado en las instituciones incluidos los poderes legislativo y judicial.
Testimonio mismo de la libertad que se vive y se ejerce en Veracruz son los propios medios de información, que ejercen la crítica con toda libertad, algunas veces injusta o equivocadamente, sin que por ello a sus propietarios o directivos se le persiga como ha sucedido en el pasado cuando incluso han tenido que huir del país.
Que bueno que el diálogo sea la base del entendimiento entre los actores políticos, lo que evita la confrontación que a nadie favorece y qué lamentable que algunos pretendan que gobernabilidad es sinónimo de sometimiento al Poder Ejecutivo, negando integridad a hombres y mujeres que tienen toda una limpia trayectoria en el servicio público y cuyo espíritu es el engrandecimiento del Estado, pero en sana armonía.
Quienes critican y quisieran un clima de enrarecimiento político dominado por la falta de entendimiento entre los Poderes legalmente constituidos y con los dirigentes políticos, seguramente serían felices si los sitios públicos de Veracruz estuvieran incendiados por el enfrentamiento entre los propios veracruzanos, como hemos visto que sucede y ha sucedido en otros estados. Tal vez entonces, en su corto entendimiento, hablarían que entonces si hay democracia.
Pero por fortuna esos son unos cuantos, pues por los resultados de las encuestas que han publicado los periódicos del Estado, el gobernador Fidel Herrera Beltrán tiene la aceptación, por la forma en que ejerce su gobierno, de más del 90 por ciento de los veracruzanos.
Su obra y sus resultados están a la vista de todos, y nos constan. Esa es la cuestión. (
eze_cas@hotmail.com)